Receptor morse perforador 1870.
En los receptores impresores Morse habituales los puntos y las rayas que componen los signos quedan escritos como pequeños trazos cortos o largos sobre la cinta de papel, que corre bajo la pluma que acciona el electroimán receptor. La longitud de una raya equivale a la de tres puntos. En otros aparatos lo que se mueve no es la pluma – sino una ruedecita entintada que gira con el movimiento de relojería que arrastra la cinta -, sino que una pieza movida por la armadura del electroimán lleva la cinta hasta tocar con la pluma, produciéndose la impresión de los puntos y las rayas.
En este modelo de receptor morse perforador no se realiza la impresión con tinta, sino que la “pluma” es un fino estilete que rasga el centro de la cinta al bajar sobre esta de acuerdo con los movimientos de la armadura del electroimán receptor. El operador decodifica los signos “leyendo” las rasgaduras cortas o largas producidas en la cinta de papel.
El montaje se completa con unas protecciones de línea integradas por un descargador de peine y un fusible. El conmutador permite incluir o excluir el pararrayos o poner la línea a tierra. En primer término aparece la rueda almacén de cinta.