Aisladores de Zapata.
Un aislador es el elemento que permite que el cable que conduce la electricidad, telegrafía o telefonía pase por los postes, pero sin tocarlos. Esto es muy importante. Estas citadas torres o postes por donde pasan los cables telegráficos o telefónicos tienen en sus brazos una especie de saliente, de forma redondeada, que es por donde pasa el cable telegráfico o telefónico. Dicho saliente está recubierto por un material que, generalmente, suelen ser cristal y porcelana con distintas formas. Estos aislantes antes eran de distintos metales, que hacían las funciones de aislante al no tocar directamente el poste.
Este curioso aislador inventado por el español Zapata nacía en 1865. Era un aislador blindado que pretendía proteger el aislador de porcelana de las agresiones de las que ya se tenía experiencia por los conflictos civiles de los años anteriores, que habían ocasionado numerosos destrozos en las líneas telegráficas. Está documentado que se adquirieron 40.000 ejemplares en el año 1868.
Está formado por un aislador de porcelana de doble campana, como los ordinarios de la época, protegido por una caja metálica en forma cónica con el vértice dividido hacia abajo con una placa curvada con los tornillos para sujeción al poste, cerrada con una tapa circular. El conductor telegráfico no se ataba al aislador en su garganta, sino que se suspendía de un gancho metálico embutido en lo que normalmente sería el orificio cilíndrico roscado para el soporte del aislador. Como atadura se utilizaba una chaveta que inmoviliza el hilo. El conjunto resultaba de manejo muy engorroso.
El aislador se expone en posición invertida respecto de la norma de instalación para que se aprecien mejor sus elementos.
Estos aisladores de zapata se pueden ver junto a otros en la Sala de Telegrafía del s.XIX.