Si revisamos la historia de la cerámica de Manises desde el siglo XIV a hoy veremos una evolución en colores, formas y estilos. Hallaremos piezas de cerámica azul con inscripciones y motivos de influencia musulmana; cerámica también realizada en la técnica del reflejo dorado musulmana o cristiana; cerámica geométrica con leones y pájaros de los siglos XVI y XVII y cerámica con motivos variados y fondos blancos del XVIII.
En la cerámica de Manises del siglo XIX las piezas más frecuentes son las policromadas y las de tipo popular, como los platillos para confites, las piezas de vajillas denominadas idílicas que se decoraban con los aderezos que las novias llevaban el día de su boda, las jarras para conservar el agua y los platos de forma octogonal, entre otras piezas comunes, usados también para confites. Los motivos son preferentemente florales, aunque hay presencia de aves, de otros animales, figuras humanas y arquitecturas. Incluso a finales del XIX la decoración muestra escenas de la vida cotidiana, de oficios, etc.
Ya en el siglo XX, en la cerámica de Manises tuvo un impacto importante el Modernismo lo que originó que en la actualidad hallemos piezas relevantes y representativas de esta tendencia artística.