El 7 de marzo de 1876, el inventor, científico y logopeda escocés Alexander Graham Bell patenta el teléfono en la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, si bien se debe el invento al italiano Antonio Santi Giuseppe Meucci, bautizándolo como teletrófono.
Graham Bell lo patentó el 7 de marzo de 1876, en Washington, con la patente nº 174.465, la cual dicta que «el método y el aparato para transmitir los sonidos vocales u otros sonidos telegráficamente … causando ondulaciones eléctricas similares en forma a las vibraciones del aire que acompaña a dicho sonido vocal u otro sonido.»
Se produjo un hecho anecdótico ese día: el también inventor Elisha Gray presentó otro escrito sobre el mismo invento el mismo día y en la misma oficina que Graham Bell entregó su solicitud de patente, pero lo hizo dos horas más tarde, permitiendo que G. Bell consiguiera su objetivo.
Desde la época de G. Bell, las conversaciones telefónicas no han cesado. En los Estados Unidos, solo una vez se produjo un minuto de silencio absoluto: fue el 6 de agosto de 1922, en memoria de Alexander Graham Bell, que murió dos días antes de cumplir 75 años.