Felipe V de España (1683-1746) fue rey de España, Nápoles, Sicilia y Cerdeña; duque de Milán y soberano de los Países Bajos.
En 1566, el Correo Mayor Juan de Tassis y Acuña fue nombrado conde de Villamediana, título que heredó su hijo Juan de Tassis y Peralta en 1607. El segundo conde de Villamediana es más conocido por su disipada vida y por su brillante actividad literaria. Fue asesinado en la calle Mayor de Madrid en 1622 y su primo Íñigo Vélez Ladrón de Guevara, Conde de Oñate, heredó el oficio de Correo Mayor. La familia Oñate ocupó este cargo hasta que Felipe V en 1706, lo convirtió en monopolio estatal previo pago de una indemnización a su anterior poseedor.
La muerte de Carlos II el 1 de noviembre de 1700 puso el punto final a la casa de los Austria en el reino de España. En su testamento legaba la corona a su sobrino-nieto Felipe de Borbón, duque de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, en detrimento del archiduque Carlos, hijo del emperador Leopoldo de Austria. Este legado desató las hostilidades entre la Gran Alianza, formada por Inglaterra, Austria y los Estados Generales de las Provincias Unidas, y los reinos de España y Francia. La guerra de Sucesión tuvo dos vertientes íntimamente relacionadas, una conflagración internacional y una guerra civil dentro de nuestras fronteras. Tras catorce años de guerra, el resultado final fue la instauración de la dinastía de los Borbones en la figura de Felipe V.
Pero las vicisitudes de la guerra impusieron una nueva realidad. La recién creada Real Renta de Correos volvía a arrrendarse para obtener recursos económicos de inmediato. El 1 de agosto de 1707 se arrendó el servicio postal al marqués de Monte Sacro, D. Diego de Murga, por un periodo de cuatro años previo pago por éste de 1.800.000 reales de vellón. El siguiente arrendatario fue Juan Francisco de Goyeneche, que se haría cargo del servicio en 1711 por un periodo de cinco años. Al finalizar la guerra de Sucesión, se hizo efectiva la recuperación de la Renta de Correos creándose el 8 julio de 1716, el cargo de Juez Superintendente y Administrador General de las Estafetas de dentro y fuera de estos Reynos, que recayó en Juan Tomás de Goyeneche. Este nombramiento estaba inmerso en la reforma general que Felipe V hizo de la Administración por la que se crearon las Secretarías de Despacho, de Estado y de Hacienda. En 1727 se agregó al cargo las competencias sobre las Carreras de Postas, perdurando así hasta 1747, en que los Secretarios de Estado asumieron directamente la Superintendencia General de Postas, Correos y Estafetas de dentro y fuera de España, con la facultad de poder delegar en los Directores Generales el buen desarrollo de los asuntos postales.