El 29 de junio de 2001, Correos y Telégrafos se constituye en Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, S.A.
El proceso abierto en 1992 con el cambio de marco jurídico de Correos se culminó en el año 2001 en que se constituyó la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos S. A. adscrita al Ministerio de Fomento; la nueva Sociedad asumió las funciones que desarrollaba la Entidad pública empresarial desde 1998.
Correos y Telégrafos, S.A. se constituyó con un capital inicial de 563.440.000 euros, íntegramente desembolsado y con participación exclusiva del Estado, y entró en funcionamiento el 3 de julio de dicho año. La Dirección General de Patrimonio del Estado del Ministerio de Hacienda se hizo cargo de la totalidad de las acciones, consumando así una «privatización» formal de Correos, que mantenía su titularidad pública.
Adscrita al Ministerio de Fomento, la nueva Sociedad asumió las funciones que desarrollaba la Entidad pública empresarial, subrogándose en la condición de operador designado para prestar el servicio universal. Sin embargo, el cambio orgánico produjo dos efectos que rebasaron el ámbito postal: por una parte, la alteración de la naturaleza de los ingresos percibidos por sus servicios, que dejaron de ser tasas para convertirse en precios privados y, por otra, la declaración ‘a extinguir’ de todos los Cuerpos de funcionarios de Correos y Telecomunicación; desde ese momento, los nuevos empleados ingresan en Correos como personal laboral y el número de funcionarios disminuye progresivamente.
En la imagen, sello postal emitido por Correos conmemorando la nueva denominación de la Compañía. Septiembre de 2001.