El 17 de julio de 1947, se crea la Ley de Escala de Radiotelegrafistas al servicio del Estado.
Al adquirir el Estado las Estaciones Radiotelegráficas que en Barcelona y Las Palmas poseía la Compañía Italcable, se hizo cargo del material y el personal que las servía, por estimarlo imprescindible para la prestación del servicio.
Ello, no obstante, se declaró a extinguir este personal para que sus puestos de trabajo fueran cubriéndose con funcionarios de las escalas de Telecomunicación; pero siendo el número de los asignados insuficiente para atender al tráfico actual, que aumentó notoriamente desde aquella fecha, se hacía preciso que los créditos adscritos a la remuneración del personal que estaba al servicio de Italcable sean destinados a incrementar las escalas de Telecomunicación en la cuantía y proporcionalidad del que se extingue, tanto más cuanto que éste puede, en un momento dado, causar baja en proporciones elevadas, quedando el servicio que prestan las estaciones de referencia en trance de ser suspendidos si no se prevé su sustitución.
De otra parte, la necesidad de evitar no sólo la interrupción de los cables de los que disponía la Administración española para la comunicación entre la Península y las islas Canarias y de éstas entre sí, sino la de atender a nuevas comunicaciones y servicios, determinó el establecimiento de Estaciones Radioeléctricas que suplan a aquéllos, requiriendo su explotación la disponibilidad de personal especializado en el manejo de tales estaciones, que carecía la Dirección General, pues el número de funcionarios que poseen el título de Radiotelegrafistas 4056 19 julio 1947 B. O. del E.- Núm. 200 es tan exiguo, que no bastaba para llenar las necesidades de entonces, y mucho menos las futuras, por lo que era aconsejable la creación de una escala de Radiotelegrafistas para atender a esas necesidades, sin gravamen para el Tesoro puesto que el gasto que ella implique vendrá compensado con amortizaciones en otros conceptas.
Asimismo, como la ciencia al servicio de las Telecomunicaciones ha evolucionado en forma que los aparatos empleados en su explotación son cada día de más sencillo manejo, mientras la dirección de los servicios resulta más complicada, se imponía la necesidad de reducir la escala técnica de Telecomunicación, limitando su misión al desempeño de servicios que requieran conocimientos especiales y al de los altos puestos de mando de la Corporación, y ampliando paralelamente el número de los empleados dedicados a las funciones de transmisión y anejas, por el aumento que el servicio ha experimentado y por la conveniencia de reanudar otras modalidades del mismo.