El 21 de mayo de 1905, se aprobó el Decreto que dio origen a la radiotelegrafía en España, poniendo en marcha una comisión mixta integrada por los ministerios de Gobernación, Marina y Guerra para el estudio de la radiotelegrafía, de donde resultó la Ley de 27 de octubre de 1907, denominada Ley de Bases y Reglamento para el Establecimiento del Servicio Radiotelegráfico en España, que autorizaba al Gobierno a la puesta en marcha del servicio radiotelegráfico y fijaba las bases y el reglamento para el establecimiento del servicio radiotelegráfico en España, quedando constituida en 1908 como un monopolio para el Estado.
La falta de estaciones costeras hasta prácticamente 1912 no ayudó a la difusión de la telegrafía. A principios de 1914 había asignados 69 indicativos de llamadas a buques de pasajes españoles. Ninguna normativa obligaba todavía a las navieras a dotar con equipos de telégrafo sus buques, aunque había comenzado a recomendar su implantación. El 17 de julio de 1914 quedó establecida la primera comunicación radiotelegráfica entre España y Gran Bretaña. El volumen de radiotelegramas expedidos experimentó un continuo crecimiento hasta 1927.
En la imagen, la Estación Radiotelegráfica del Cerro Cadalso, en Carabanchel, Madrid. 1912.