En los receptores impresores Morse habituales los puntos y las rayas que componen los signos quedan escritos como pequeños trazos cortos o largos sobre la cinta de papel, que corre bajo la pluma que acciona el electroimán receptor. En este modelo la “pluma” es un fino estilete que rasga el centro de la cinta al bajar sobre esta de acuerdo con los movimientos de la armadura del electroimán receptor.