Agustín José Pedro del Carmen Domingo de Candelaria de Betancourt y Molina (1758-1824), fue un notable urbanista, arquitecto, científico, inventor e ingeniero civil tinerfeño al servicio del Reino de España y el Imperio Ruso, siendo uno de los ingenieros más prestigiosos de Europa.
Junto con Breguet, presenta al directorio el prototipo y los planos de un telégrafo óptico (la «Memoria sobre un nuevo telégrafo y algunas ideas sobre la lengua telegráfica»). En el que venían trabajando desde 1787, y comienza la polémica con Chappe acerca de las ventajas e inconvenientes del telégrafo de Breguet y Betancourt, polémica que no se resolvería hasta el definitivo informe favorable de la Academia de Ciencias en 1796.
En 1798, se le encomendó la instalación de un telégrafo óptico entre Madrid y Cádiz y la organización en España de un cuerpo de ingenieros ferroviarios. Un año después inauguró la primera línea española de telegrafía óptica entre Madrid y Aranjuez, aunque tenía el proyecto de continuarla hasta Cádiz; la línea Madrid-Aranjuez estaba compuesta por cuatro puestos telegráficos: Palacio del Buen Retiro, Ermita de los Ángeles (Getafe), Cerro Espartinas (Valdemoro) y Monte Parnaso de Aranjuez. Incluso se ha afirmado que Betancourt construyó un telégrafo eléctrico de Madrid a Aranjuez para transmitir señales por medio de las descargas eléctricas de una botella de Leyden. Este episodio permanece indocumentado, y sólo se conocen sobre el mismo testimonios indirectos.
Durante su estancia en Rusia, cuando fue inspector del Instituto del Cuerpo de Ingenieros de Comunicaciones en San Petersburgo e implementó la construcción de la línea de telégrafo óptico más larga del mundo. Unía San Petersburgo y Varsovia, con sus 1.200 kilómetros unidos por 149 estaciones equipadas con espejos y lámparas y a través de las cuales un mensaje podía llegar a su destino en unos 22 minutos.
Cabe destacar, como hechos importantes durante su vida fuera del mundo de la telegrafía, que en París tomó contacto con las ideas enciclopedistas centradas en la ciencia y éstas le sedujeron; marchó a trabajar a Madrid junto al Conde de Floridablanca y en El Escorial exhibió un globo aerostático en la Corte; en 1788 viajó a Inglaterra y conoció a James Watt, inventor de la máquina de vapor, y obtuvo gran reconocimiento en toda Gran Bretaña; creó la Escuela Oficial del Cuerpo de Ingenieros de Caminos en 1802; al establecerse en Rusia en 1807, poco después fue nombrado mariscal del ejército y más tarde supervisor del Cuerpo de ingenieros; acometió las obras del puerto de Kronstadt, construyó muchos puentes y urbanizó San Petersburgo por encargo de Alejandro I, etc. etc.
Durante su trayectoria profesional, redactó numerosos informes y llevó a cabo otros tantos trabajos sobre inventos, obras de ingeniería y arquitectónicas, planes de urbanismo, etc. tanto en España como en Francia, Inglaterra y Rusia, país donde pasó los últimos años de su vida.
En 1822 sufrió las intrigas de la corte rusa, fue perseguido y finalmente falleció en San Petersburgo en el verano de 1824 y fue enterrado en el cementerio luterano de Smolenski, cerca de su hija Carolina.