Biografía: Heinrich Hertz, descubridor de la propagación de las ondas electromagnéticas

Heinrich Rudolf Hertz (1857-1894) fue un físico alemán nacido en Hamburgo. Hábil experimentador, que construyó un circuito resonante con una cámara de chispas con el que descubrió en 1885 las ondas electromagnéticas que predecían las ecuaciones de Maxwell, demostrando también las propiedades de reflexión de estas ondas y midiendo su longitud.

Cuando finalizó el bachillerato se fue primero a Frankfurt para estudiar ingeniería, pero tenía dudas entre ingeniería y física. Al año siguiente se fue al Politécnico de Dresde y pasó a continuación un año en el servicio militar en los ferrocarriles de Berlín. En 1877 se trasladó al Politécnico de Munich para estudiar ingeniería pero seguía sin estar convencido de su vocación. Finalmente decidió ir a Berlín para estudiar Física donde fue alumno de Helmholtz y Kirchhoff. Al llegar a Berlín, Hertz se presentó a un premio para resolver un problema sobre la inercia eléctrica que ganó. Helmholtz había sugerido el problema y le gustó el desarrollo de Hertz; es por ello que le animó a que se presentara a otro premio que ofrecía la Academia de Berlín, para comprobar experimentalmente una de las sugerencias de las teorías de Maxwell, pero Hertz no se atrevió en aquel momento.

Después de acabar su tesis doctoral que le llevó solamente tres meses, se quedó como ayudante de Helmholtz en el Instituto de Física de Berlín, puesto en el que estuvo hasta 1880 en el que aceptó un puesto de investigador en la Universidad de Kiel, debido al traslado de Max Planck. Como quiera que en esta universidad no disponía de un laboratorio adecuado, Hertz se concentró en el trabajo teórico sobre meteorología, unidades eléctricas y magnéticas y la teoría de Maxwell.

En el año 1885 Hertz se traslada a Karlsruhe como Catedrático de Física. Mientras estaba en Karlsruhe, Hertz se casó y publicó nueve artículos importantes sobre descarga en gases y radiación electromagnética; de hecho, en 1887, mientras investigaba las descargas eléctricas en los gases, Hertz descubrió que la presencia de luz ultravioleta cambiaba la tensión a partir de la cual se producen las descargas entre dos electrodos metálicos. El fenómeno fue conocido después como efecto fotoeléctrico, porque la luz y otras formas de energía electromagnética de alta frecuencia provocaban la emisión de electrones por los metales (sin embargo las ramificaciones y estudios de este efecto lo harían otros).

En 1888 y por sugerencia de su antiguo maestro Helmholtz, montó un circuito eléctrico oscilante que se descargaba entre dos esferas metálicas separadas por un espacio de aire. Cada vez que el potencial alcanzaba un máximo en una dirección u otra, saltaba una chispa entre las esferas. Con la chispa oscilante, las ecuaciones de Maxwell predecían que podían generarse ondas electromagnéticas; cada oscilación debía producir una onda, de modo que la radiación sería de una longitud de onda extremadamente larga. Hertz utilizó como dispositivo de detección para descubrir la presencia posible de tal radiación, una sencilla espira acabada en dos pequeñas esferas; cuando saltaba una chispa en el circuito oscilante, observó que saltaban también pequeñas chispas entre las esferas de la espira detectora; al colocar la espira detectora por diversos lugares de la habitación del laboratorio, pudo explicar el aspecto de las ondas y calcular su longitud de onda, que comprobó que era de 66 cm, lo que representaba un millón de veces más elevada que la longitud de onda visible. Comprobó que estas ondas tenían componentes de campo eléctrico y magnético. De este modo, demostró la existencia de las ondas electromagnéticas que había sugerido Maxwell en 1873.

En Inglaterra, Lodge confirmó los experimentos de Hertz y Righi en Italia, demostró la relación de las ondas hertzianas con la luz. Este trabajo de Hertz le consagró mundialmente y todas las universidades le ofrecieron trabajo; Berlín quería que sucediera allí a Kirchhoff, pero en diciembre de 1888 se fue como catedrático de Física a Bonn como sucesor de Clausius (también tuvo ofertas de la universidad americana Clark y la universidad de Graz para sustituir a Boltzmann). En Bonn tuvo como ayudante a Philipp Lenard, quien más tarde ganaría el Premio Nobel. Aquí publicó más artículos científicos y libros de electromagnetismo y mecánica.

Su brillante carrera quedó truncada. Hacia 1889 comenzó a tener graves problemas de salud y, aunque no interfirieron con su trabajo, finalmente murió de granulomatosis de Wegener, a los 36 años, en Bonn. Su sobrino Gustav L. Hertz ganó el Premio Nobel, y el hijo de éste, Calr H. Hertz, inventó la ultrasonografía médica.

Unidad de medida de frecuencia; en la imagen, representación de 1 Hz o ciclo por segundo.

Las telecomunicaciones deben su existencia a Hertz y es por ello por lo que, como homenaje, la comunidad científica dio su nombre a la unidad de frecuencia, el hertz o hercio, Hz, decisión que en 1930 tomó la Comisión Electrotécnica Internacional.