Conserjes y ordenanzas de Telégrafos .
Entre el personal de vigilancia y servicio, que no tenían la calidad de funcionarios, el grupo más importante por sus tareas era el de los celadores. Subidos a los postes telegráficos, debían limpiar los aisladores y apretar los tensores de los cables, por lo que debían siempre de ir provistos de las herramientas necesarias para cumplir sus funciones.
Los conserjes se responsabilizaban en la estación del aseo y custodia de los efectos existentes en la misma y del material de repuesto. Que se guardaba para solucionar las averías en el tendido. Eran los superiores de los ordenanzas, que realizaban la limpieza de las estaciones, su custodia y la conducción de pliegos, es decir la entrega de telegramas a domicilio, lo que más tarde se denominaría “repartidor de Telégrafos”.