Septiembre de 1946, comienza a funcionar el Servicio Filatélico de Correos

En septiembre del año 1946, comienza a funcionar el Servicio Filatélico de Correos.

La palabra filatelia, etimológicamente, proviene del francés de philo- ‘filo-‘ y el griego ἀτέλεια atéleia ‘exención de impuestos’, por ser el sello indicador de que el envío debía hacerse sin otro cobro. Significa coleccionismo y estudio de sellos de correos por afición.

El Servicio Filatélico de Correos no sólo ofrece emisiones de sellos, sino también sobres de primer día, matasellos, libros con y sin sellos, pruebas de artistas, tarjetas prefranqueadas, numismática, etiquetas franqueadoras, improntas publicitarias y hasta sellos personalizados.

La fabricación de los sellos está a cargo de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, dependiente del Ministerio de Hacienda, y su expedición o venta en los estancos y oficinas de Correos. La primera emisión española es de 1850, utilizando el sistema de litografía para su impresión y sin dentar (desde 1865 los sellos españoles siempre han sido casi siempre dentados). La efigie representada en el primer efecto filatélico fue la de la reina Isabel II y los valores faciales de los sellos fueron de seis y doce cuartos para la correspondencia ordinaria y de cinco, seis y diez reales para la correspondencia certificada.

Es importante resaltar que la aparición del sello produjo una sustanciosa rebaja de las tarifas, que repercutieron favorablemente en la intensificación del uso del correo y, por tanto, en su socialización a todas las capas sociales. Por otra parte, la importancia del sello se ha ido manifestando a lo largo de más de siglo y medio que tiene de existencia y que se materializa en la faceta del coleccionismo filatélico donde el sello es protagonista de un ocio muy extendido, que comparten decenas de millones de personas en todo el mundo.

Aprovechando la capacidad de comunicación que tiene el sello en su representación iconográfica, Correos y Telégrafos ha apostado por la transmisión de principios básicos de convivencia a través de él, haciéndose eco de las reivindicaciones que la sociedad demanda. Ha habido sellos dedicados a la lucha contra la violencia terrorista, de género o escolar. Otros, han reivindicado la integración racial, la igualdad de sexos, la solidaridad intergeneracional o la diversidad cultural. Por último, se han emitido sellos destinados a la defensa medioambiental, potenciando el reciclaje, el consumo responsable o la lucha contra el cambio climático.

En la imagen, sello postal de 1996 conmemorando el 50º aniversario del Servicio Filatélico de Correos.