William Sturgeon (1783-1850) fue un físico e inventor británico que construyó, en 1825, el primer electroimán y, además, inventó el primer motor eléctrico práctico.
Sturgeon nació en Lancashire, Inglaterra, donde fue aprendiz de zapatero. Se unió al ejército en 1802 y se dedicó a la enseñanza de matemáticas y física. En 1824 se convirtió en profesor de Ciencia y Filosofía en el Seminario Militar de la Compañía de las Indias en Surrey, Inglaterra.
Al año siguiente presentó su primer electroimán: un trozo de hierro con forma de herradura envuelto por una bobina enrollada sobre sí misma. Demostró su potencia levantando 4 kg. con un trozo de hierro de 200 g envuelto en cables por los que hizo circular la corriente de una batería.
Sturgeon podía regular su electroimán, lo que supuso el principio del uso de la energía eléctrica en máquinas útiles y controlables, estableciendo los cimientos para las comunicaciones electrónicas a gran escala. Este dispositivo condujo a la invención del telégrafo, el motor eléctrico y muchos otros dispositivos básicos de la tecnología moderna.
En 1825, inventó la brújula moderna, utilizando el concepto de electromagnetismo. En 1828 puso en práctica la idea de Ampere de un solenoide (bobina formada por un alambre enrollado en espiral sobre una armazón cilíndrica). En 1832 demostró por primera vez la el uso de la corriente directa en un motor eléctrico que incorpora un conmutador. Y en 1836 desarrolló el primer galvanómetro de bobina móvil.
El primer electroimán artificial, inventado por Sturgeon en 1824.